Una duda que nos asaltaba al inicio de esta materia es en que medida se diferenciaban/asemejaban la orientación y el asesoramiento.
Siguiendo a Rodríguez Romero pudimos constatar que ambas son “prácticas que convergen”, dos caras de la misma moneda. Amabas prácticas tiene una relación de parentesco ya que “surgieron con el pretexto de ayudar, mejorar o sustentar las acciones estrictamente dedicadas con la enseñanza y el aprendizaje”. (Rodríguez Romero 1996)
La principal diferencia entre ambas prácticas radica en que el asesoramiento se concibe como un servicio indirecto que trata con los problemas del profesorado mientras que, la orientación se configura como un servicio directo que trata con los alumnos y en el que el profesorado adquiere un papel más secundario (generalmente es el que deriva al alumno/a al orientador/a)
De esta idea se deriva otra diferencia importante: en el asesoramiento se establece una relación de profesionales de estatus similar (asesor-orientador) sin embargo, en la orientación hay una clara diferencia de poder entre el orientador y el estudiante.
Esta autora define la orientación educativa como una “estrategia de detención, tratamiento y/o prevención de problemas de muy variado tipo que se consideran repercuten negativamente en el aprendizaje y en la enseñanza o que siendo tratados mejorarían las vidas de los estudiantes y otros tipos de clientela”. Por otro lado, expone que el asesoramiento “alude a la consideración, deliberación y reflexión en relación con consejos, recomendaciones sugerencias, promovidos a partir de la interacción con otros sujetos que no padecen el problema o situación que desencadena el proceso de petición de ayuda o apoyo”.
En cuanto a las semejanzas entre orientación y asesoramiento Rodríguez Romero destaca las siguientes:
Recapitulando, podríamos decir que toda toda función orientadora implica en menor o mayor medida asesoramiento, pero no a la inversa. Si tenemos en cuenta las funciones que debe tener la orientación educativa según Bisquerra (2008:30), el asesoramiento está muy presente. Así, este autor establece que los orientadores tendrán las siguientes funciones:
También hemos visto en clase que, atendiendo a los términos ingleses que dieron origen a ambas prácticas (guidance y counselling) podemos encontrar dos situaciones: (1) que una práctica incluya a otra, (2) que ambas tareas se puedan superponer de manera que se pueda plantear la orientación desde el asesoramiento.
A continuación presento una tabla (visualizada en clase) en la que se recogen las principales diferencias entre ambas prácticas.
|
ORIENTACIÓN |
ASESORAMIENTO |
Origen |
Guidance/counseling |
Support, adviser |
Práctica |
Directa: con estudiantes |
Indirecta: con profesores u otros miembros de la comunidad educativa |
Poder |
Asimétrica |
Horizontabilidad, profesionales con el mismo estatus |
Comunicación |
Unidireccional |
Bidireccional |
Meta |
Resolución de problemas |
Capacitación asesores/asesorados |
Fuente: Rodríguez Romero (1998)
Por último, respecto a la orientación y el asesoramiento, me gustaría analizar el papel que estos tienen en la formación de los psicopedagogos. Podemos observar que en el currículum de esta carrera son numerosas las materias en cuyo título glosa la palabra “orientación” (orientación profesional, orientación educativa y tutoría) mientras que, sólo hay una materia sobre “asesoramiento” propiamente dicha. Analizando el título de estas materias podemos percatarnos de los destinatarios de ambas prácticas así, mientras en el primer caso se refiere a los alumnos (orientación educativa y tutoría) en el segundo, hace directamente referencia a los profesores y al currículum (asesoramiento curricular a centros y profesores).