¡Garantizando el acceso la tecnología!

  

¿Cómo podemos garantizar que todos tengan acceso equitativo a la tecnología y a la información en la era digital? 

¡Hola de nuevo compañeros/as! ¡Bienvenidos a otro blog de gran interés! Como habéis observado, introduje este interesante tema con una pregunta abierta que da paso para reflexionar en profundidad, porque… ¿Alguna vez nos hemos concienciado de la brecha digital existente en el mundo que nos rodea? ¿Somos conscientes de a quién perjudica este problema? ¿Entendemos en profundidad de qué se trata?

Teniendo como referente mi blog anterior, nos ha quedado claro la importancia que tiene la tecnología en la educación, así como en nuestra vida en general. 

Hablando de manera individualizada, ésta ha sido una herramienta fundamental en mi crecimiento personal, ya que me permitió aprender, conectar con otros/as, así como desarrollar habilidades de forma fácil y divertida. Sin embargo, es crucial usar la tecnología de manera responsable y consciente, reconociendo sus posibles impactos negativos en la salud y el bienestar.

Con todo esto, y como nos explica en su artículo Ragnedda (2020), la sociedad entera se ha ido transformando con el advenimiento de las tecnologías digitales. Por ello, es necesario ir más allá de los individuos e intentar investigar y comprender todas aquellas desigualdades digitales existentes, no solo como resultado de las características y recursos de los individuos, sino también como parte de la sociedad en su conjunto.

Mas… ¿Qué entendemos por brecha digital? ¿Qué englobamos dentro de ella?

En un comienzo, mi conocimiento acerca de este término, se asemejaba a la definición que da Ragnedda (2020) en su artículo: “ [...] La brecha digital, definida comúnmente como el acceso y uso desigual de las tecnologías digitales” [Ragnedda, 2020, 48].

Sin embargo, me he percatado que ésta va mucho más allá de esa simple definición. ¿Qué quiero decir? La brecha digital puede tener múltiples dimensiones, que no se encasillan en el simple acceso físico a la tecnología. Por ejemplo, puede existir una brecha en cuanto a la capacidad de utilizar eficazmente las TIC, ya sea por falta de conocimientos o habilidades digitales.

Además, pueden haber diferencias en el acceso a servicios y contenidos digitales de calidad, así como en la capacidad de utilizarlos de manera segura y responsable.

Hay que tener en cuenta que el acceso a la tecnología no es suficiente para garantizar una igualdad de oportunidades. Aunque tengamos acceso a internet, si no contamos con los conocimientos necesarios para usarla de forma adecuada y aprovechar sus beneficios, seguirá existiendo tal brecha.

Como sociedad, Ragnedda (2020) incide en la importancia de trabajar en conjunto para garantizar que todos tengamos un acceso equitativo a la tecnología, así como a la información en la era digital. Asimismo, desarrollar políticas públicas podrían llegar a promover la inclusión digital, brindando acceso a la tecnología a todas las personas, independientemente de su situación socioeconómica.

También podemos sumarle el intervenir en educación digital y en el desarrollo de habilidades tecnológicas en la población, para que todos puedan aprovechar al máximo los beneficios que ofrece la tecnología. Del mismo modo, es fundamental concienciar sobre la importancia de utilizar las TIC de manera responsable y segura, evitando así los posibles riesgos para la salud y el bienestar. Pero… ¿solo existe este tipo de brecha? ¿Podríamos vincularla a otros aspectos?

Como hemos visto en clase, y apoyándome en Gil Juárez, Vitores González, Feliu y Vall-Llovera Llovet (2011); en los últimos tiempos se ha consolidado un tipo de brecha, denominada: “Brecha digital de género”.

En un comienzo puede sonar sarcástico que esta preocupación esté presente a día de hoy, mas como explica Cecilia Castaño, la brecha digital de género “está relacionada con el dominio masculino de las áreas estratégicas de la educación, la investigación, y el empleo relacionado con las ciencias, las ingenierías y las TIC” [Castaño, 2008,10].

En este sentido, se podría  documentar la “inferioridad numérica existente de las mujeres en el ámbito de los estudios, la investigación y la profesión de las TIC”. [Gil Juárez, Vitores González, Feliu & Vall-Llovera Llovet, 2011]. En este sentido, la importancia de abordar la brecha digital de género es clave para promover la igualdad y la inclusión en la sociedad de la información.

En síntesis, puedo decir que a medida que la sociedad se va transformando con el advenimiento de las tecnologías, debemos ser capaces de trabajar cooperativamente para cerrar todas aquellas brechas digitales existentes, no sólo en términos de acceso físico, sino también en habilidades digitales, uso seguro y responsable de la tecnología, etc. Gracias a todo esto, podremos aprovechar al máximo los beneficios que ofrece la tecnología y construir una sociedad más justa e inclusiva para todos.



 

Ragnedda, M. (2020). Mejora de la equidad digital: Conectando la subclase digital. Palgrave Macmillan Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-030-49079-9

Gil Juárez, A., Vitores González, A., Feliu, J., & Vall-Llovera Llovet, M. (2011). Brecha digital de género: Una revisión y una propuesta. Teoría de la educación: educación y cultura en la sociedad de la información.

Castaño, C. (2008). La segunda brecha digital. Madrid: Ediciones Cátedra.