Entonces, ¿yo también tengo un PLE?

¿PLE? Cierto es que, aunque no existe un pacto sobre qué podemos entender o no por este término, nos encontramos con diferentes definiciones de PLE que obedecen a miradas diversas. Cuando nos referimos a los Entornos Personales de Aprendizaje (Personal Learning Environment) podemos considerarlos, desde una perspectiva netamente tecnológica e instrumental, como un conjunto de herramientas tecnológicas de origen diverso que el estudiantado utiliza en su trabajo. Por otra parte, desde una perspectiva más pedagógica y funcional, se considera los PLE como un conjunto de herramientas que el estudiante puede utilizar para gestionar sus aprendizajes (Cabero, 2011). 

 

Entonces, se entiende que, este Entorno Personal de Aprendizaje hace referencia a los recursos tecnológicos que un o una individua usa, cómo los usa y la organización de los mismos, siendo un enfoque que aprovecha los recursos que la tecnología ofrece y permitiendo aprender de una forma continua (Şahin y Uluyol 2016).

 

Jordi Adell -profesional de la Pedagogía-  nos presenta de forma extraordinariamente didáctica el concepto del PLE, que siempre ha estado y sigue estando con nosotras. Por tanto, nos comenta que el PLE nos ha acompañado desde hace prácticamente milenios, y que se puede definir como un conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender (Adell & Castañeda, 2010). De hecho, afirma que este es un concepto muy ligado a la “Ecología del Aprendizaje”, hablando de un Ecosistema del Aprendizaje, por así decirlo. Esta se refiere a un conjunto de contextos bien del espacio físico o bien del virtual que proporcionan oportunidades para aprender, entendiendo contexto como una configuración única de agentes, de actividades, de prácticas socioculturales, de recursos y de todas las relaciones que estos elementos mantienen entre sí. 

 

En la actualidad, hablamos de que se ha confirmado un nuevo entorno o una nueva ecología del aprendizaje, que aunque en ocasiones puede no ser muy visible, está en todas partes. Tenemos que ser conscientes de que las oportunidades y sitios de aprendizaje hoy en día son cualquier sitio y los tiempos son cualquier momento (Adell, 2014).

 

Yo, como persona individual, me puedo comunicar con otras personas que -desde mi perspectiva- pueden ser de gran interés para mi desarrollo personal y también académico a través de una gran cantidad de plataformas virtuales, pero cuando hablamos de esta comunicación lo hacemos desde la bidireccionalidad, dado que yo no soy solo una consumidora de información, sino que también soy productora de ella. Yo creo y comparto las cosas que creo. Y también lo hace el resto. Entonces, podemos decir que el PLE se puede dividir en 3 partes: 

 

  • La parte en la que accedemos y gestionamos la información.

  • La parte de herramientas para crear información y compartirla.

  • La parte de relación con otras: la Red Personal de Aprendizaje (Personal Learning Network)

 

Respecto a la primera parte, hablamos pues de la competencia informacional, es decir, buscar, adquirir, gestionar, utilizar y administrar la información. La segunda parte es aquella relacionada con con la creación de la propia información y sería el conjunto de prácticas de actividades de herramientas y de recursos que están relacionados con modificar, crear y difundir la información empleando múltiples formatos y canales. Con todo, la Red Personal de Aprendizaje trata sobre el conjunto de actividades, herramientas y recursos que utilizamos para comunicarnos y colaborar con otros, con otras personas de las que aprendemos y con las que aprendemos. ¡Y también podemos enseñar(nos)! (Adell, 2014).

 

Existen herramientas que nos pueden ayudar a desarrollar y ampliar nuestros propios entornos personales de aprendizaje. Por ejemplo, descubrir y acceder a nueva información relevante respecto a las fuentes de información y a la selección de esas fuentes, es decir, ser proactivo -buscar activamente, recursos y fuentes de información que nos van aportar más cosas- y compartir con colegas nuestros aprendizajes, estando en un constante proceso de E-A.

 

Podemos pensar que Internet es como una gran conversación entre miles y millones de personas, como bien pudimos observar cuando nuestras profes Adriana e Inés nos sacaron al aire libre para realizar la conversación/debate del otro día. No debemos quedarnos solo en ser oyentes y espectadores siempre, aunque es necesario entender el contexto y las características individuales de las personas. 

 

Como bien expuso nuestra compi Noa Bordóns en su blog “Descubriendo el PLE y su lugar en las aulas”, considero que es una buena elección el combinar lo conocido como “educación tradicional” con este enfoque. Al fin y al cabo, el alumnado podría seguir una guía estructurada en base teórica en lo referido a este aprendizaje tradicional en las aulas pero acompañado de una preparación, autonomía y, por supuesto, organización de su aprendizaje. 

Esto se debe a que, como en todo, los PLE tienen sus debilidades (puntos de mejora, mejor dicho) y sus fortalezas, y debemos ser conocedores de estas. Si bien el alumnado pueden llegar a tener una identidad formativa -controlada y responsable- más allá de los contextos tradicionales de aprendizaje y contando con entornos abiertos a la interacción y relación de las personas (acciones formativas formales, no-formales e informales), debemos tener constancia de que también exige a docentes y alumnas/os una fuerte capacitación en clave conceptual y tecnológica, acompañada de la necesidad de una fuerte carga de apoyo social y contextual para el entorno de aprendizaje y el requerimiento de proporcionar herramientas cognitivas para reforzar las técnicas necesarias, con información pertinente y de fácil acceso. ¡Siempre teniendo en cuenta el limitado control institucional sobre los datos y, por supuesto, los posibles problemas de seguridad y exposición de datos! (Barroso, Cabero y Vázquez, 2012). 

 

De esta forma, los/as estudiantes harán que la teoría de las aulas sea suya, logrando así una mayor comprensión de los contenidos impartidos y organizando esto mismo de forma libre y autónoma. Asimismo, considero que esta metodología podría llegar a contribuir -hablando de una forma general- a una mayor motivación e implicación del alumnado (Barroso, Cabero y Vázquez, 2012). 

 

¿Y después? A medida que aumente el dominio del PLE, mayor será la personalización de este mismo. Así, considero que estos aspectos se irán concretando e incrementando con el paso del tiempo e incluso cambiando, porque nosotros también cambiamos. Lo primero es ser conscientes de que tenemos un PLE, y observar que existen elementos en nuestra actividad diaria que pertenecen a este. La práctica docente es esencial, dado que es la figura de guía facilitador de aprendizajes que puede ayudarnos -de forma individual y colectiva- a desarrollar(nos) y ser proactivos en lo referido a esta temática. 

Debemos favorecer al aprendizaje autorregulado y al metaaprendizaje, favoreciendo a un mayor autoconocimiento y siendo conscientes de las posibilidades y de los riesgos a los que nos vemos expuestos ante estas cuestiones. Con esto, la conciencia de un PLE fomentaría el empoderamiento individual y social, que actúa como un requisito para aprovechar los recursos y las oportunidades de las personas de una forma realista para desarrollar y enriquecer su aprendizaje permanente (Barroso, Cabero y Vázquez, 2012). 

 

¡Analicemos y enriquezcamos nuestro PLE! 

 

Seamos conscientes de él.


 

Referencias Bibliográficas

 

Adell, J. [eduland.es] (2014, septiembre 26). Webinar #4: Entornos personales de aprendizaje, por Jordi Adell. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=xKUiBD6Ckmg

Castañeda,  L.,  Dabbagh,  N.  (2020).  El  PLE  como  marco  para  el  desarrollo  de  la  agencia  en  el  aprendizaje   permanente.  Asociación  de  Comunicaciones  y  Tecnología  Educativas  pp. 3041-3055. https://doi.org/10.1007/s11423-020-09831-z

Castañeda, L.J., &  Adell, J., (2011). El desarrollo profesional de los docentes en entornos personales de aprendizaje (PLE).   En Roig Vila, R. y Laneve, C. (Eds.) La práctica educativa en la Sociedad de la Información: Innovación a través de la investigación. Alcoy: Marfil. 83-95. digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/24647/1/CastanedaAdell2011preprint.pdf

Leiva, J.P., Cabero, J., & Ugalde, L. (2018). Entornos personales de aprendizaje (PLE) en estudiantes universitarios de Pedagogía. Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa- RELATEC, 17 (1). https://doi.org/10.17398/1695-288X.17.1.25

Martínez, A., & Torres, L. (2013). Los entornos personales de aprendizaje (PLE). Del cómo enseñar al cómo aprender. Revista de Educación Mediática y TIC, 2 (1), 29-57. Del cómo enseñar al cómo aprender (uco.es)

 

 

    • Inés Reirís
      Inés Reirís

      Hola Noa!

      Tu reflexión sobre los Entornos Personales de Aprendizaje (PLE) es sumamente esclarecedora y nos invita a adentrarnos en un tema de vital importancia en el ámbito educativo actual.Me ha gustado mucho cómo abordas las diversas perspectivas sobre qué constituye un PLE, ayudándome a tener las ideas mas claras para el blog que haré sobre esto :) 

       

      Desde una mirada más técnica, el PLE lo concebimos como un conjunto de herramientas tecnológicas que facilitan el proceso de aprendizaje. Sin embargo, al explorarlo desde una óptica más pedagógica, nos adentramos en su dimensión funcional como una plataforma para gestionar y potenciar el propio aprendizaje.

       

      La analogía que empleas con la "Ecología del Aprendizaje" resulta muy ilustrativa. Al entender el PLE como un ecosistema en constante evolución, comprendemos mejor cómo este concepto ha estado presente a lo largo del tiempo, adaptándose a las transformaciones tecnológicas y sociales.

       

      Destaco especialmente tu enfoque en la bidireccionalidad del aprendizaje, donde el estudiante no solo consume información, sino que también la produce y comparte. Esta concepción del PLE como un espacio donde se gestiona la información, se crea contenido y se establecen relaciones con otros para aprender y enseñar es fundamental en el panorama educativo actual.

       

      Además, tu análisis sobre las herramientas que pueden potenciar y ampliar nuestros PLEs es muy acertado. Es esencial que los estudiantes desarrollen competencias informacionales, se involucren en la creación de contenido y cultiven redes personales de aprendizaje para maximizar su experiencia educativa.

       

      Sinceramente, tu análisis sobre los PLEs nos invita a reflexionar sobre la importancia de ser conscientes de nuestro entorno de aprendizaje personal y a enriquecerlo de manera continua para potenciar nuestro crecimiento tanto individual como colectivo.

       

      Gracias por compartir tus grandes ideas!

       
      • Noa Varela Prieto
        Noa Varela Prieto

        ¡Buenas, Inés! 

        Muchas gracias por tus palabras, las valoro. 

        Este blog sin duda me ha costado lo suyo, quería que fuese lo más ameno, explicativo y claro posible, y espero que se hayan entendido bien los conceptos que quería tratar. 

        Me alegra que te haya gustado mi análisis y mañana leeré tu entrada acerca del PLE. 

        Un saludo, xoxo

         

         

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