De la Brecha a la Igualdad

En este segundo blog,  intentaré dejar claro mi punto de vista acerca de la brecha digital y la era tecnológica basándose en mis condiciones de vida desde pequeña. 

 

Para empezar hablando de ello, es importante entender a la perfección que la brecha digital es entendida por la desigualdad de acceso y uso de las tecnologías. Este término refleja las desigualdades que existen hoy en día en el ámbito de la información y comunicación, formando un nuevo término introducido en el texto por Ragnedda, conocido como subclase digital. 

 

Esta subclase que, para algunos era desconocida, está compuesta por todos los individuos y comunidades que no tienen las mismas oportunidades para el acceso a dispositivos y conectividad y, por lo tanto, quedan rezagados en el aprovechamiento de las herramientas digitales. Esto, les afecta en todos los ámbitos de la vida, desde la economía hasta la educación ya que, como todos sabemos, nuestra sociedad se encuentra totalmente inmersa en una transformación dada por la evolución de la tecnología digital, condicionando gran parte de las oportunidades educativas, laborales y sociales. 

 

Por lo tanto, después de esta pequeña presentación, podemos dar por hecho que la brecha digital tiene consecuencias significativas sobre todo, para estos individuos que no gozan de la mismas oportunidades. Todos ellos se enfrentan a unos desafíos considerables, por ejemplo en el ámbito laboral, los trabajadores o trabajadoras que no dispongan de habilidades digitales es muy probable que se vean limitados a la hora de conseguir el puesto, la permanencia y el desarrollo dentro de dicho empleo. 

 

Además, como comenté en mi primer blog, mi vida se ha desarrollado en un entorno totalmente rural donde, las posibilidades de conexión a internet eran y son limitadas ya que, este tipo de comunidades fueron las últimas en incorporarse a esta era digital. Por ejemplo en mi aldea, aún no ha llegado la fibra óptica y, para lo que algunos es algo básico y elemental, para nuestra comunidad es un privilegio reservado para otros. Aún así, aunque las posibilidades y oportunidades siempre se han visto condicionadas, he intentado trabajar para que tanto en el plano social y de la educación, esto me afectara lo mínimo posible. A pesar de ello, las desigualdades eran y son evidentes entre las personas del rural y del urbano. 

 

Por consiguiente, considero que hay que analizar y reflexionar sobre esta realidad con una mirada bastante crítica. Esto se debe a que, en la actualidad, al desarrollarse e implementarse tanta cantidad de innovaciones, se escapa un poco de nuestra capacidad de reflexión y comprensión. Nuestra gran mayoría, no para de celebrar y alabar los avances tecnológicos desenfrenados y, es innegable que nos ofrecen numerosas comodidades y ascensos dentro de la sociedad pero, todo esto viene acompañado de desigualdad y clases marginadas. 

 

En consecuencia, está en las manos de nuestra sociedad garantizar soluciones para que esta era digital se distribuya de una manera equitativa y justa. La toma de decisiones responsables y la busca de soluciones nos guiará hacia un enfoque inclusivo para intentar construir una sociedad más ética e intentando que responda a todas las necesidades de la población; siempre teniendo en cuenta factores como la edad, nuevo educativo, contexto o condiciones económicas contribuyendo a la igualdad de oportunidades para todos y todas. 

 

 A continuación, inserto una imagen que muestra la idea de la igualdad de oportunidades independientemente de las características de las personas. 

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    • Vanessa Lijó Agrelo
      Vanessa Lijó Agrelo

      Me parece muy interesante la mirada que aportas sobre una brecha digital entre el ámbito urbano y el ámbito rural, has dejado muy clara la relación directa que esta brecha tiene sobre la discriminación hacia otros aspectos, como por ejemplo mencionas la educación con discentes de ámbitos urbanos y de ámbitos rurales; y enlazando con la imagen que adjuntas, tenemos claro que existe una brecha digital edadista, y considero que estas dos brechas se retroalimentan de forma importante. 

      Es decir, si nos centramos en el ámbito educativo, es cierto que existen una relativa discriminación digital, tanto en uso como en resultados y en competencias, entre las personas más jóvenes y las personas mayores, y desde mi punto de vista esta se incrementa si la comparamos con el mismo público en el ámbito rural; por lo que observamos desigualdad dentro de cada una de dichas poblaciones y además entre estas. Entonces, me gustaría saber tu opinión y la del resto de compañeras/os sobre esta visión!

      • Tania Pérez
        Tania Pérez

        ¡Hola, Noa!

        Me ha encantado leer tu reflexión sobre la brecha digital y la era tecnológica.

        Es especialmente impactante cuando mencionas que la falta de habilidades digitales puede limitar a los trabajadores en términos de empleo, permanencia y desarrollo laboral. Tu testimonio sobre las limitaciones en tu comunidad rural, donde la fibra óptica aún no ha llegado, representa de manera clara cómo las oportunidades digitales siguen siendo un privilegio para algunos y no accesibles para todos.

        Desde mi punto de vista has logrado articular de manera clara y persuasiva los desafíos de la brecha digital. Gracias por compartir tu perspectiva y abordar este tema crucial de manera tan reflexiva!!!

         

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