Boas Iria, dende a miña perspectiva é bastante complexo crear unha sociedade dixital apolítica, porque todo o que acontece ao noso redor está vencellado a política e iso engloba tamén ao ámbito tecnolóxico. Ademais, a tecnoloxía ten a capacidade de recoller datos e informacións para a toma de decisións útiles nas decisións políticas, económicas e/ou sociais. Incluso a brecha dixital e a dispoñibilidade de recursos tecnolóxicos en todos os ámbitos son problemas políticos que a día de hoxe, non teñen solución.

Polo tanto, a educación e a sociedade dixital non pode escapar completamente do ámbito político, porque é un dos ámbitos onde se desenvolve, ademais, de promover (entre outros) a resposibilidade dixital de cada quen á hora de utilizar os dispositivos electrónicos.

¡Una muy buena pregunta, Iria! Y un gran blog, por cierto. 

Mi opinión, en este caso, la tengo clara. Desde mi perspectiva, no es posible una Educación Digital apolítica. 

Para empezar, estoy muy de acuerdo con los puntos que has tratado acerca de esta temática. 

No podría haber argumentado y reflexionado mejor esta entrada, por lo que daré paso a otras reflexiones relacionadas con esta cuestión. Debo destacar que me ha gustado el “toque” de iniciar la entrada con la cita de Paulo Freire, mencionada en la última clase expositiva: “Todo acto educativo es un acto político”. 

Cierto es, tal y como afirma Bauman (2004), que no existe una sociedad perfectamente justa, puesto que es imposible satisfacer las distintas visiones del mundo presentes en la sociedad.           

Esto ocurre de igual forma en la comunidad, y como personas que la (con)forman, necesitamos la solidaridad que implica; la dependencia positiva que potencia nuestra condición de agentes y, sobre todo, el cuidado mutuo. Por todo, cuando hablamos de un empoderamiento de las personas que forman la comunidad, hablamos de cultivar la autonomía de cada individuo, y no la independencia. Con esto, también me refiero a que es necesario el cultivo del pensamiento crítico para formar a los/as ciudadanos/as que (con)forman la sociedad, y a futuras generaciones que están por llegar. Y, en este caso, destacar la necesidad (como afirmas en el texto) de una educación tecnológica eficiente, que se halle comprometida con las problemáticas sociales - y demás - y con desarrollo continuo del pensamiento crítico para encontrar respuestas y formular nuevos interrogantes, ¡más allá de lo que el sistema actual pretende enseñar!

Vivimos en una sociedad de observadores pasivos que busca ser la sociedad del bien común. 

Y, como tú expones, considero que es imposible pensar en una educación digital apolítica, teniendo en cuenta el hecho de que es necesaria la iniciativa para convertirnos en ciudadanos/as críticos/as con las injusticias y las desigualdades - en su más amplia concepción - y que aporten una participación activa frente a esta pasividad y conformismo. 

Muchas veces cuando hablamos de comunidad - relaciono, en gran parte, este término con el aprendizaje -, estamos hablando del recurso social más determinante para las personas vulnerables. Por ello, necesitamos entender que la comunidad no se crea solamente con presencia física de otros seres humanos, sino que es necesaria la compañía y el aprendizaje, tanto individual como colectivo. 

Debemos fortalecer los vínculos en la sociedad a través de la autonomía personal, y de esta forma empoderar a las personas para que dejen de verse como sujetos pasivos. 

Podemos reivindicar el uso de las tecnologías para luchar contra las desigualdades a través de esta herramienta. 

“La enseñanza debe ser, sobre todo, una provocación intelectual”. 

José Luís Sampedro

¡Gracias por tu blog, Iria! xoxo

Referencias bibliográficas

Morata, T. (2016). Pedagogía Social Comunitaria y exclusión social. POPULAR