Como todos podemos observar en nuestro día a día, la digitalización avanza de manera abrumadora. Es inevitable darle vueltas a cómo las tecnologías marcan nuestras vidas desde bien pequeños. Con mi línea del tiempo, y seguramente con las vuestras también, se puede observar cómo la tecnología fue evolucionando y cómo impactó esto en mi educación y en mi desarrollo personal. 

Recuerdo múltiples momentos donde se podía ver como la tecnología se abría paso en mi vida. Desde el móvil compacto y moderno de mi madre hasta mis primeras búsquedas en internet a través de un ordenador de casa, las posibilidades se ampliaban con el paso del tiempo. Youtube y los juegos de geografía en el ordenador fueron las primeras tomas de contacto con la educación a través de la tecnología, despertando curiosidad y motivación en mi. 

Las redes sociales aparecieron poco después aunque de manera rudimentaria, en comparación a la actualidad.  Lo que no tenía ni idea de aquella era que llegarían para quedarse, en primera instancia a través de mi ordenador y se asentarían en mi rutina con la adquisición de mi primer móvil. Al tratarse de un momento tan crucial en el desarrollo de mi personalidad estas plataformas influyeron en la percepción de mi misma y en la necesidad de aparentar una imagen idealizada. 

Es verdad que aunque la tecnología proporcione innumerables oportunidades educativas, el uso en los primeros años se reducía a ocio, por lo que siempre requerí un equilibrio para no caer en un uso excesivo, lo cual se complicaba en muchas ocasiones. 

Mi experiencia me demuestra que las tecnologías pueden ser una herramienta poderosa para la educación, siempre si se utilizan de manera consciente y equilibrada. Gracias a mi contacto temprano con las tecnologías pude enriquecer mi proceso de aprendizaje y desarrollar habilidades digitales esenciales en mi vida actual.

La propuesta de Mariana Mazzucato sobre la orientación de la innovación hacia la solución de problemas sociales y tecnológicos en lo que defiende como una “gran misión” es de gran importancia para afrontar los múltiples problemas que enfrentamos en el ámbito educativo y construir un mundo educativo tecnológico donde las posibilidades sean muy amplias y se garantice una educación de calidad y equitativa.